La Teoría de la Imprescriptibilidad de la Acción Penal sostiene que los delitos no deben quedar impunes debido al paso del tiempo y que los acusados ​​deben ser llevados ante la justicia en cualquier momento, sin importar cuánto tiempo haya pasado. Esta teoría busca proteger los valores jurídicos fundamentales y prevenir la corrupción al no permitir que las autoridades obstruyan o aletarguen el proceso legal para evitar el castigo. La imprescriptibilidad de la acción penal es un mecanismo importante para garantizar que los delitos no queden impunes y para proteger los derechos fundamentales de la sociedad. Esta medida es especialmente importante en casos de corrupción sistémica y generalizada, ya que el Estado necesita fortalecer su respuesta para evitar la impunidad.